George C. de Lantenac - Un dios temprano.
Un dios temprano.
Un niño levanta un castillo de arena; acabado, pronto observa cómo las aguas de un mar lo reducen a ruina y la esparcen. Otros días verán al niño anudar fatalidad, levantar otros castillos que otras y las mismas aguas derrotarán.
Acaso vuestro dios es un dios temprano. No niego que exista; niego que sepa, sin cuidado de aprendizaje alguno, lo que está haciendo.
----
En Ensayo sobre la Muerte de Jesús de Nazareth, George C. de Lantenac.
Traducción y derechos: Albert Sans ( el texto se reproduce en este blog con su expreso consentimiento ).
0 comentarios